Útil para diagnosticar trastornos como insomnio, pesadillas, pausas en la respiración, ronquidos y movimientos involuntarios al dormir, entre otros.

1) Estudio polisomnográfico nocturno: abarca una noche completa de sueño, durante ocho horas.

2) Estudio polisomnográfico diurno: tiene una duración de dos horas y se realiza durante el día. Está indicado en bebés prematuros o con algún otro factor que ponga en riesgo su adecuada función respiratoria, como sepsis neonatal, bajo peso al nacer y anormalidades cardiacas o pulmonares.

3) Estudio polisomnográfico a domicilio: se realiza en el hogar del paciente. Permite monitorear durante una noche el patrón de sueño y diagnosticar trastornos respiratorios al dormir.

4) Polisomnografía Intrahospitalaria: se realiza cuando el paciente se encuentra hospitalizado.